Las cabañas poseen una original arquitectura, la cual permitió la preservación de los árboles que conforman el pequeño bosque inmerso en el terreno de 1200 m2.
Para su construcción se utilizaron en gran medida maderas nativas, como ulmo, alerce, coihue, mañio, que fueron rescatadas de las demoliciones de antiguas casas de la ciudad de Puerto Varas, combinándolas con materialidades de gran confort, dando origen a un interesante contraste entre lo tradicional y típico de la zona y a la vez con un toque de modernidad.
Se destaca por la combinación de texturas y colores en elementos decorativos elaborados por artesanos y emprendedores de la región.